En realidad a la hora de aplicarse crema hidratante en la cara no existen fórmulas mágicas. Al contrario que en el caso de la limpieza facial, los pasos para hidratarse la cara bien son fáciles: aplicarla sobre la piel con suaves masajes de los dedos. Sin embargo sí que es mucho más complicado el acertar con la fórmula más conveniente.
Aunque tu cutis sea graso, puede que en ocasiones lo notes un poco más seco o tirante. Esto puede deberse simplemente al invierno o al uso de un limpiador abrasivo o simplemente a las hormonas. En ese caso, y si el problema persiste, puedes cambiar de hidratante y utilizar una con más humectantes. Mi favorito es el ácido hialurónico, ya que el efecto suavidad es instantáneo.
Sin embargo en España hay pocas cremas que tengan una alta concentración y si las hay son bastante caras y de gama alta. La glicerina es otra opción, que se incluye en prácticamente todas las hidratantes. No olvideis la opción de aceites esenciales que últimamente tiene muchas adeptas, como el de jojoba (que incluso regula la grasa) o el de rosa mosqueta.
Supongo que todas las lectoras arrebatadoras ya sabréis que tener la piel grasa no es sinónimo de que le falte hidratación (a pesar de lo que piensen-y digan-muchas dependientas de grandes almacenes). A pesar de ello lo mejor es optar por una fórmula ligera y oil free, que no aporte grasa adicional a la que ya de por sí segrega tu piel.
Y por último la que yo considero la regla de oro: compra siempre una hidratante con FPS. Es la mejor manera de prevenir arrugas, envejecimiento prematuro y otros problemas más graves. Poco a poco en España se van comercializando ya este tipo de productos que llevan el factor de protección incorporado, con lo que con un sólo gesto protegerás e hidratarás tu piel de forma adecuada.
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